Merzouga, el Sahara, las dunas, el amanecer, Rachid y Ahmed, sus familias, el Dar Janoub, lo es todo. Soy de Vejer, ningún lugar mejor para vivir en Occidente. Y me he hecho de Merzouga o de Hassi-Labiad, pueblo de al lado, ningún lugar mejor para morir en El Sur.
Merzouga es junto a otros pueblos como Hassi-Labiad, Tanamoust o Takoujt desde donde parten los viajeros hacia el Sahara. Sin embargo es el primero, con diferencia, el que mayor atracción turística suscita y donde está emplazado el grueso de los riads donde se hace parada. Por eso, decir“las dunas de Merzouga”es lo más común.
Es el desierto más famoso de Marruecos, con una longitud de cerca de 30 km y una anchura media de aproximadamente 8 kilómetros; dónde algunas dunas pueden alcanzar los 150 metros de altura.
Cuenta la leyenda que las Dunas de Merzouga son el resultado de un castigo divino infligido a los habitantes del antiguo pueblo de Merzouga, los cuales mientras celebraban una fiesta rehusaron acoger a una mujer y a sus hijos que llegaron extenuados y murieron al no recibir auxilio. Una furiosa tormenta de arena se levantó cubriendo por completo al pueblo y sus habitantes. Desde entonces dicen que se escuchan gritos a mediodía saliendo de las inmensas dunas.
Cómo mínimo pasaría tres dias con sus noches, y aún faltaría tiempo para disfrutar de todo el encanto y embrujo de lo más elemental: arena silbando empujada por la brisa del al amanecer, el sol ardiendo pegándote a la vida que surge en lo más inhóspito y el silencio más escandaloso que podrás oír. O noches de cielos de plata cubierto de miles de estrellas, siendo la Vía Láctea el centro de tu mirada buscando los cientos de cometas y meteoritos que verás cruzar en todas las direcciones.
Imágenes para no olvidar el destino
Mi espacio tranquilo
En el desierto tengo mi casa, y la casa de mis amigos. Mi casa es el Dar el Janoub, La Casa del Sur; pequeño hotel-albergue a los pies de las dunas, en dónde al atardecer encuentras la sabiduría de los bere beres en charlas infinitas hasta la salida de la luna, al sabor de un te y unos cacahuetes de Er-Rachidia. Ahora hay momentos iguales en casa de Rachid o la hermana de Ahmed, rodeados de niños entusiastas y cariñosos. La verda quye despues de 15 años allí, todo es especial.
Los lugares inolvidables
LAS DUNAS. la primera y la última imagen que te vas a traer tras posar tus huellas en el desierto serán las dunas que empiezas a divisa r a unos 30 km de llegar. El color único anaranjado o amarillo, o incluso casi rojo, depende de como le den los rayos del sol. Diferente a cada hora del día
EL AMANECER. Es un espectáculo único, diferente. Nos levantamos aún de noche, con los primeros azules en el horizonte. Tras un pequeña caminata a pie o en dromedarios de una hora aproximadamente de duración, subimos a una duna, para contemplar el amanecer desde la cresta. El cielo y las dunas comenzarán a cambiar de color; pero lo más espectacular será el silencio y la arena silbando por la brisa de la mañana.
PASEO EN DROMEDARIOS. El dromedario, con sus múltiples sonidos al comer, ronronea o gruñe, su acompasado caminar al declive de la duna, sus cabezadas distraídas en tu espalda y su protesta por el trabajo diario, son la compañía ideal para entrar en el desierto. Un desierto sería otra cosa sin dromedarios y sus sonidos.
LA GRAN DUNA, EL ATARDECER. En el Erg Cheggui, parte del Sáhara en la que nos moveremos, hay muchas dunas; de todos los tamaños, formas y colores. Pero el desafío es subir a pie por la cara Este, al atardecer, la Gran Duna. Una pared vertical de casi 250 metros de arena blanda, en la que las piernas se hunden casi hasta la rodilla y el aire te falta en cada paso que consigues dar. Una vez arriba, tras coger aire y contemplar las espectaculares vistas, te espera un atardecer de brumas y rosados, para mecerte en el descanso. Luego la bajada por la pendiente de arena, en solo 1 minuto, haciendo la "croqueta" o a saltos como los ratoncillos del desierto.
DORMIR EN JAIMAS EN LAS DUNAS. Tanto el contacto con las dunas, el paseo en dromedarios y el amanecer, pueden girar entorno una noche en las jaimas. Son tiendas similares a las de los pastores nómadas bere beres; aunque si lo deseas con alguna comodidad europea, como colchón, aseo, cena caliente, etc. De cualquier modo es un experiencia maravillosa, desde que con música de tambores anuncia la llegada de la noche y luego el amanecer
PASEO BAJO LAS ESTRELLAS. Bien desde las jaimas entre las dunas como desde la terraza de nuestro hotel (Dar El Janoub), daremos un paseo para contemplar un cielo blanco. Blanco por las miles de estrellas y meteoritos cruzando entre ellas. Los más majestuosos será ver la Vía Láctea y la Estrella del Sur. Si la noche lo ofrece dormiremos directamente bajo su manto de luz, sin entrar en las jaimas.
QUAD POR PISTA CITROEN. El Rally Dakar cruzaba el desierto negro y parte de las dunas, antes de huir a Sudamérica y ahora a Arabia. Sí hay una parte mítica es la llamada Pista Citroen, atravesando el río, solo con agua dos veces al año. En quad, con los que además subiremos a las dunas, correremos un poco de aventura. También el todo-terreno nos llevará allí en busca de los pastores nómadas.
MERCADO DE RISSANI. Los alrededores del desierto hay pequeños pueblos con encantos milenarios. Uno de ellos es Rissani, con su milenario zoco o mercado de las antiguas caravanas que cruzaban el Sahara desde Tombuctú a El Cairo, pasando por Marrakech y por Rissani. Aquí el tiempo se ha detenido en el zoco. Hay reductos para el ganado, fraguas fundiendo al acero, tallares de labrado de piedras y fósiles o especias de sabor y olor único.
HAMAN. En otros sitios los encuentras de lujo y sofisticados, pero un haman, para un baño frio y caliente, con su imprescindible conversación al sabor del té verde, solo es posible si lleva alguien del pueblo. En Rissani hay un haman de siempre, de ellos, donde las charlas se hacen eternas y sinceras.
MINAS Y FÓSILES. Buena parte del Desierto hace millones de años, desde el Devónico Medio (hace unos 400 millones de años) hasta finales del Cretácico (hace 66 millones de años), era un mar. En aquella época, miles de trilobites y amonites, fueron a morir en manadas. Se ha descubierto una mas tectónica fosilizada del tamaño de Andalucía de que se extraen todos tipo de esos fósiles. Visitaremos las minas donde se buscan y trabajan.
MÚSICOS DE GNAWA. Gnawa, o gnaua, son los miembros de una serie de familias, místicas musulmanas caracterizadas por su origen subsahariano y por el uso de cantos, danzas y rituales sincréticos como medios para llegar al trance. Aun que es algo turístico, al sur de Merzouga se han reunido varios de ellos y ofrecen sus músicas por una propina. Ellos siempre te reciben con familiaridad y un té verde.
LAGO SALADO Y PAJAROS. El Dayet Srji, es un lago salado situado al oeste del pueblo. Durante la primavera, podemos ver muchas especies de aves que se congregan allí: grandes colonias de flamencos, currucas de desierto, halcones y gorriones. Algunos se pueden apreciar durante todo el año. Siempre hay lagartos, serpientes, erizos e incluso zorros del desierto.
PETROGLIFICOS DEL TAOUZ. Nos iremos más al Sur, al pequeño pueblo de Taouz hasta los petroglifos y la necrópolis megalítica, que se encuentra muy cerca de la frontera con Argelia. También podremos visitar y adentrarnos por las excavaciones que realizan bereberes en busca de restos fósiles de dinosaurios, otros animales prehistóricos y minerales.
LAS CHARLAS DEL TE. La idiosincrasia del bere bere incluye la hospitalidad y la limosna. Con nosotros compartirán su comida y su bebida. Cómo mínimo un delicioso té, al resguardo del calor y una eterna conversación. Suficiente. Diferente. Tu curiosidad, tu saber estar, tu oportunidad para aprender te hará volver y amar esta tierra.
FAMILIA BERE BERE . Por muchas descripciones de lugares, de atardecer o amaneceres, de estrellas, de dunas, de artesanos, lo más maravilloso es encontrar tu familia local; tu espejo humano. Yo tuve la suerte de encontrarlo en Rachid y Ahmed. Les conoceréis, y a sus familias, y solo entonces lo entenderéis. Y solo sí ellos quieren.
PASTORES NÓMADAS. Ya quedan muy pocos, pues el turismo y la tecnología, les está mostrando caminos más fáciles y menos sacrificados para vivir. Pero aún hay algunas familias que viven en jaimas en medio de la nada. Siempre les visito y llevo algún bien para sus descalzos y sonrientes niños.
Mapa
Pincha en el mapa y verás mis lugares y fotos de cada uno
COMER Y DORMIR
DAR EL JANOUB. Es muy emocionante daros la bienvenida a Dar el Janoub (La Casa del Sur), proyecto que convierte en realidad un sueño que comenzó hace años, siendo viajeros, con la fascinación desencadenada en nuestro interior por el descubrimiento de los paisajes de esta tierra y la hospitalidad de sus habitantes. Compartir esa aventura con nuestros visitantes y hacer que se sientan en su casa (del sur) es para nosotros una satisfacción.
PIZZA BERE BERE. La Madfouna o pizza bereber se hace en un horno de leña, aunque originariamente se hacía (y todavía se hace en algunos sitios) enterrándola en la arena. Primero calientan la arena con brasas, después tapan la Madfouna en la arena caliente, se dora de un lado y luego le dan la vuelta y se dora por el otro. Una vez cocida se retiran los restos de arena y de cenizas
Ven ya!!!
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